Grandes garras del tamaño de los dedos humanos, eran acoplados a un palo, para arrancar al reo la carne a tiras, llegando a desprenderla incluso de los huesos. Vamos como un restrillo.
Sería más bien la curiosidad mató al gato, pero como no tengo gatos que matar utilizo mis perros para matar la curiosidad... En este blog relataremos casos curiosos para llenar vuestra mente de cultura popular y daros algún que otro tema de conversación con los amigos. Espero que os guste.
2 comentarios:
Ay ostia que dolor :S
Me encantan estos post !! ^^
Los tienes programados verdad?
Si los tengo programados, los hice nates de los examenes de la universidad y creo recordar que tengo hechos hasta septiembre XD.
Me alegro que te gusten, los post, decirte que aun quedan muchas torturas por poner...
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